domingo, 14 de noviembre de 2010

Tatuajes y Piercing Una Nueva Moda

¿QUÉ SON LOS TATUAJES Y PIERCING?
Popularmente, se conoce con el término de tatuaje a aquella grabación de un dibujo que se realiza sobre la piel a través del uso de materias colorantes indelebles o pequeños cortes en la misma piel. Básicamente, el tatuaje es una modificación que se llevará a cabo sobre la piel, creando como dijimos un dibujo, una figura o bien un texto y que fue elegido previamente por el individuo que se lo realiza porque el mismo ostenta algún significado especial en su vida y resulta ser tan grande que quiere tenerlo como se dice, grabado en la piel, es decir, casi siempre, los tatuajes son el resultado de aquello que ama, siente o gusta quien se lo hace, muy difícilmente nos encontremos con que alguien se tatuó en la piel algo que no tiene ningún significado importante en su vida, salvo casos excepcionales en los cuales capaz por alguna razón se los haya obligado, pero que obviamente resultan ser los menos.
Piercing es una palabra en ingles que se traduce como perforación o más literalmente como perforando; sin embargo, el uso de la palabra ha adquirido la forma de nombre que describe la colocación de joyería mediante la perforación de la piel, mucosa oral, lengua y órganos genitales, entre otros.  Esta práctica antigua ha tenido un gran auge recientemente y no solo se vé en adolescentes sino en un grupo cada vez mayor de adultos y ha adquirido una importante y llamativa connotación cosmética en nuestros tiempos. El piercing se basa en la perforación de los tejidos y colocación de joyería en forma de aros, mancuernas, cadenas, zarcillos, etc.
Impacto de los tatuajes y piercing en la juventud actual
Pareciera que en la actualidad todos tienen un tatuaje. Lo que antes se consideraba propiedad de marineros, ciclistas y fugitivos es actualmente una decoración del cuerpo muy aceptada entre mucha gente. Y ya no se trata de tatuarse anclas, calaveras y buques de guerra. Con emblemas de escuelas, diseños celtas y hasta símbolos personalizados, la gente ha encontrado nuevas maneras de expresarse con sus tatuajes.
Los labios, las cejas, las mejillas e incluso la lengua. Todo parece material potencial para ponerse un piercing. Sin embargo, hay que saber si merece la pena cuando el ‘amor al arte’ puede poner en peligro nuestra salud, por ejemplo, perforando una zona tan delicada como la lengua.

Riesgos y consecuencias
Si decides hacerte un tatuaje, es muy probable que todo salga como lo planeaste. Pero si no se respetan los pasos de desinfección y esterilización, debes saber que hay cosas que pueden salir mal. Si no vas a un estudio para tatuajes o si el estudio para tatuajes no toma recaudos como utilizar equipo esterilizado, o si comparte la tinta entre clientes, estás en riesgo de contraer infecciones virales, como hepatitis, infecciones cutáneas bacterianas o dermatitis (irritación severa de la piel).
Además, algunas personas presentan reacciones alérgicas a la tinta de los tatuajes. Y si ya sufres de una afección cutánea, como eccema, puedes tener erupciones como resultado del tatuaje.  Puede haber complicaciones graves si intentas realizarte el tatuaje tú mismo, si te lo hace un amigo o si lo realizas en un ambiente que no está limpio.
Los piercing tienen problemas habituales (rechazo, infección, picor, dolor…) sino que, dadas las insuficientes condiciones higiénicas en las muchas veces se practican, puede entrañar otros riesgos: transmisión de hepatitis B o C por vía sanguínea y, en casos extremos, el contagio del virus del sida.
Además del dolor y la hinchazón que puede provocar este adorno cuando es mal tolerado, puede producir un desagradable aumento del flujo salival, aparte de causar hipersensibilidad o alergia al metal.
El piercing en la lengua puede incluso dificultar el habla y la masticación, favorecer la aparición de un molesto tejido cicatrizante o lesionar los nervios de la lengua. También pueden producirse traumatismos en los dientes por el choque con la ‘joya’, por lo que si te pones uno, debes tener cuidado hasta que te acostumbres a llevarlo.
Muchos son los dentistas que desaconsejan esta práctica por razones obvias de salud.

RECOMENDACIONES

Para el trabajo de tatuado, la normativa vigente exige que los instrumentos estén perfectamente esterilizados y revisados para que no puedan causar problemas debido a la falta de higiene o al efecto del paso del tiempo en las agujas y sistemas esterilizadores. Las máquinas que se emplean en los procesos de esterilización y perforación no son muy conocidas, por eso te vamos a detallar las propiedades y características de los fundamentales. Para que no te pierdas cuando llegues a un centro para hacerte un tatuaje.
1.-Esterilización
2.- Preparación
3.- Proceso
4.- Mantenimiento


Cuando nos vamos a hacer un piercing es muy importante decidir bien dónde nos vamos a perforar, es una decisión muy personal donde lo importante es que después tu lo puedas disfrutar. Es por eso que la web tattoo-odin.com dio algunas recomendaciones que comentaremos a continuación.
El dolor que pueda causar realizarse un piercing va a depender del lugar en el que elijas hacértelo, y del estudio en el que te lo vayas a hacer.
Si en el estudio utilizan anestesias puedes averiguar si la zona en que decidiste perforarte estás pueden ser utilizadas. Sin embargo, lo más común y recomendable es hacerlo sin estar anestesiado, la anestesia duele más que la propia perforación. Y la otra opción, que son los espray de frío, pueden endurecer la piel, haciendo que esta pierda elasticidad.
Los lugares más comunes para hacerse un piercing son el ombligo, la parte externa de las orejas, las cejas, la nariz, la lengua, los labios, y obviamente se hacen en los pezones y en los genitales.
Para realizar los piercing se utiliza un catéter para hacer la perforación y los instrumentos utilizados van a variar según la zona que se vaya a perforar.



 
 
 
Los piercing llevan años de moda. No hay un sitio del cuerpo que se escape a la perforación: orejas, nariz, ombligos, pezones… Pero últimamente en Estados Unidos, y en menor medida en Europa, se ha convertido en algo habitual agujerearse también cejas, mejillas y lengua.